El término «morir de éxito» se refiere a una situación en la que una empresa experimenta un rápido crecimiento o una expansión excesiva, lo que eventualmente le conduce a su fracaso o declive.

A pesar de sonar paradójico, este fenómeno ocurre cuando una empresa alcanza un nivel de éxito tan abrumador que su fundador no puede manejarlo adecuadamente.

A veces tiene que ver con que el proyecto no tiene la infraestructura o los recursos para escalar adecuadamente sus operaciones y satisfacer la demanda.

Otras veces tiene más que ver con una sobrecarga en la administración, la atracción de una competencia feroz al descubrirse un nuevo nicho o a problemas financieros al requerir una inversión importante en infraestructura, marketing o personal.

También hay aspectos psicológicos que pueden contribuir al fenómeno de «morir de éxito». El síndrome del impostor, el miedo al fracaso, la sobrecarga de trabajo, la incapacidad para delegar o incluso la desconexión emocional (la pérdida de la pasión por el proyecto) pueden arrastrarnos al auto-sabotaje o a tomar decisiones que comprometan el negocio.

Es esencial que las personas emprendedoras reconozcamos estos posibles desafíos psicológicos y empresariales y trabajemos en nuestro desarrollo personal y de gestión para evitar caer en la trampa de «morir de éxito».

Esto incluye buscar apoyo emocional y profesional, delegar tareas, mantener la pasión por el negocio, gestionar el estrés y mantener una mentalidad abierta a la innovación y al cambio.

Irene González Diest es una mujer apasionada por el mundo digital, el marketing y el growth. Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Rovira i Virgili, hizo unas prácticas en Port Aventura y después se enfocó en el mundo del marketing.

Actualmente trabaja como growth manager en Product Hackers y no es nada casual, porque ha dedicado su carrera profesional a la optimización y crecimiento de negocios y productos digitales a través de estrategias y técnicas de growth, de CRO y de Inbound Marketing.

Además de trabajar en multinacionales y agencias, tiene un pasado muy interesante como emprendedora.

En 2018 fundó Sleepy Kids, una empresa que ayuda a los padres a entender y mejorar el sueño de sus bebés desde el apego seguro y que fue de las primeras en España.

También ha trabajado como freelance y ha ayudado a otras personas emprendedoras con el lanzamiento y desarrollo de sus negocios.

No la busques en Twitter porque te encontrarás con un perfil de 2015, con una foto de 2015 😂.

La experiencia emprendedora de Irene va a iluminarnos mucho en los aspectos que mencionábamos al principio. Dale al play no te pierdas detalle de su historia de éxito.

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